CRÓNICAS CONFITADAS EN PANDEMIA

Este libro, Crónicas confitadas en pandemia, es el resultado de un trabajo imaginativo. Una inspiración que sintió un trotamundos que estuvo confinado entre cuatro paredes por la llegada de otro trotamundos, este invisible, que viaja de aquí para allá sin pasaporte, sin visado y sin avisar. Este estado emocional de aislamiento estimuló un gran viaje astral a lugares diversos y distantes entre sí. Lugares que existen físicamente pero que adquieren una dimensión especial en el mundo de la imaginación, que siempre contiene un elemento personal: unas vivencias propias. En este viaje el protagonista aprendió a fortalecer su sistema inmunológico contra todo tipos de contagios y gérmenes recorriendo lugares que viven con tacañerías en sensibilidad y empatía, con escasez de imaginación y exiguas reflexiones, con carencias de buen humor e ironía, entre muchas otras insuficiencias. Y sobre todo se reforzó un poco más, contra la más devastadora de las epidemias que sufre el hombre y que tras siglos sigue sin vacunarse contra ella: la estupidez humana. Pero también en su recorrido absorbió vitaminas con sabor a amabilidad, cortesía, afabilidad y simpatía; y minerales compuestos de afecto, amistad, cordialidad y solidaridad. A la pregunta ¿Qué ingredientes se usaron para hacer las crónicas?

La respuesta es precisa:

Las palabras

Los signos ortográficos

Literatura y cine

Imaginación

Vivencias propias y

Esencia personal.