TOCANT EL BUIT

La pierna! Dios mío, la pierna!

Estaba colgado boca abajo y de panza en alto, con la pierna izquierda envuelta con la cuerda y la derecha colgante sin fuerza a un lado. Levanté el jefe de la nieve, saqué los ojos por sobre el pecho y observé la deformación grotesca de la rodilla derecha, el punto de inflexión de un zigzag extraño. No la relacioné con el dolor que me quemaba la ingle. Aquello no tenía nada que ver con la rodilla. Me liberé la pierna izquierda de la cuerda a zarandeos y me balanceé hasta quedar colgado por el pecho de cara a la nieve y con los pies abajo. El dolor se apaciguó. Clavé el pie izquierda a la pendiente y me puse derecho.

Me vinieron náuseas. Hundí la cara a la nieve y me pareció que la intensidad del frío me calmaba. Me había pasado una cosa terrible, una cosa oscura y terrorífica. Solo de pensar sentía pánico: «me he roto la pierna, se ha acabado. Estoy muerto. Todo el mundo dice que... si solo sois dos, un tobillo roto puede representar una sentencia de muerte... si está roto... sí...

Joe Simpson i Simon Yates querían escalar el Siula Grande (Andes peruanos) cuando sufrieron un fatal accidente. Ante la disyuntiva de salvar la vida propia o morir, Simon cortó la cuerda que lo unía a su amigo el cual se precipitó al vacío. Destrozado por este acto, Simon consiguió llegar bamboleando hasta el campo base, dando su amigo por muerte. Pero Joe seguía vivo; gravemente malherido y en unas condiciones extraordinariamente penosas, pero con un inexplicable anhelo para sobrevivir que lo llevó a arriesgarlo todo para poderse salir... y lo consiguió.

Este libro es un canto a la amistad y a la vez una muestra sublime y tozuda de cómo de posibles pueden ser los imposibles cuando hay la firme voluntad de vencer todos los escollos.