EBRE VIU

“El verano de 2012, a la sede de la editorial La Campana, el señor Josep Mª Espinàs me escribió, en el ejemplar de su libro “Siguiendo todo el Ebro con un primitivo Velosolex” (la nueva edición de 2003, con fotografías suyas) una dedicatoria espléndida: “Con el deseo que el Ebro lo reciba como un amigo cotilla”.

Mirón es una palabra guapa y exigente a la vez. Pide (a quien se le otorga este título) constancia, orden y curiosidad para lograr los resultados deseados. Me estaba diciendo que tenía que ir a hacer este viaje con los cinco sentidos, que no me quedara solo en la apariencia de las cosas. Que hurgara algo más allá... Al salir de la editorial me llevaba el agradecimiento por las palabras dichas y escritas, las miradas claras y, sobre todo, la ligera complicidad que se intuía en su voz. Tenía la sensación que, por poco que hubiera insistido, él se hubiera apuntado decididamente a hacer otra vez la ruta, cincuenta años más tarde